||
Se trata de un ejercicio de construcción colectiva en el que diversos agentes han de estar implicados:
La administración pública: garantizando un sistema público de bienestar social que fomente la autonomía y la participación social. Incluyendo acciones de cooperación y solidaridad en el sistema con el objetivo de constituir una sociedad con mayor cohesión y solidaria. Personas y colectivos sociales: siendo protagonistas en la elaboración y puesta en marcha de las medidas de inclusión que les afecten. Con la capacidad soberana de proponer y participar de forma efectiva en los procesos. Coyuntura política, cultural y económica: abordando las causas que provocan la exclusión social. Para ello se debe tener en cuenta la incorporación de la perspectiva de género, así como la integración de las diferencias y desigualdades existentes por edades, procedencias, etnias y opciones religiosas o sexuales.