Apátrida

||

Persona que carece de nacionalidad al no ser considerada nacional por ningún Estado.Esta situación puede darse cuando la persona nunca ha tenido nacionalidad (no se le atribuyó al nacer) o porque ha perdido su nacionalidad sin adquirir otra. Una de las principales causas de la apatridia es la desintegración de los Estados, pero puede ser también el resultado de una legislación deficiente o de los procedimientos que regulan el matrimonio y el registro de nacimientos. En ocasiones, los Gobiernos promueven leyes que discriminan a sectores enteros de la población o se muestran reacios a reconocer la ciudadanía a determinados grupos étnicos. No debe confundirse la indocumentación de la persona extranjera con la apatridia.

A continuación se describen algunos ejemplos de apatridia: Tras la desaparición de la Unión Soviética, la descomposición de Yugoslavia y la división de Checoslovaquia, los nuevos Estados establecieron sus propios criterios de ciudadanía. En África, muchas de las personas que fueron expulsadas de Mauritania, como consecuencia de enfrentamientos armados, permanecen en Senegal al ser cuestionadas sus peticiones de ciudadanía por las autoridades mauritanas. Lo mismo le ha ocurrido a población kurda que ha vivido siempre en el nordeste de Siria. Las personas originarias del Sahara carecen de nacionalidad en tanto no sea reconocido el Sahara Occidental como territorio independiente o, como mínimo, se lleve a cabo el referéndum de autodeterminación. El Tribunal Supremo (Recurso de Casación número 10503/2003 de 20 de noviembre de 2007) y multitud de sentencias posteriores a la indicada, tanto del propio Tribunal Supremo como de la Audiencia Nacional,  determinan la carencia de nacionalidad española, marroquí, argelina o mauritana de las personas saharauis, y por tanto, su régimen estatutario apátrida.

La Declaración Universal de Derechos Humanos recoge la nacionalidad como un derecho humano fundamental del que no se puede privar a las personas arbitrariamente. La Convención sobre el estatuto de los apátrida, hecha en Nueva York en 1954, y la Convención para reducir los casos de apatridia de 1961, son los instrumentos internacionales que definen la apatridia y promueven la protección de quienes la sufren. Sin embargo, la apatridia se sigue abordando caso por caso.

Print Friendly

Las personas apátridas se enfrentan a una gran desprotección. La nacionalidad no sólo proporciona una identidad, sino que permite a las personas el ejercicio de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.
 

Muchas veces la apatridia es la consecuencia de leyes que determinan quién hace parte de la ciudadanía y quién no y tiene una relación directa con los flujos de personas refugiadas.
 

Bibliografía

  • Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de 1954.

  • Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

  • Sentencia del Tribunal Supremo, Sala 3ª, de lo Contencioso Administrativo, de 20 de noviembre de 2007, Recurso de Casación nº 10503/2003.