EUROSUR

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El Sistema Europeo de Vigilancia de Fronteras (EUROSUR), puesto en marcha en octubre de 2013, persigue, en palabras de Erik Berglund, director encargado del refuerzo de la capacidad dentro de FRONTEX, un triple objetivo: “Detectar a los inmigrantes clandestinos, luchar contra la delincuencia internacional y salvar a los refugiados que huyen en barco”. Se trata de una herramienta de coordinación entre FRONTEX y los puestos de vigilancia nacionales en cada Estado miembro.
La Unión Europea presenta este sistema como un mecanismo para salvar la vida de las personas que intentan llegar a las costas europeas a partir del intercambio de información en tiempo real y el refuerzo de la cooperación entre los Estados miembros, localizando de forma más rápida a las embarcaciones en situación de naufragio y detectando las nuevas rutas de la inmigración irregular con anterioridad. También pretende mejorar la cooperación en la lucha contra el crimen organizado transfronterizo, incluido el narcotráfico, el contrabando y el tráfico humano.

La normativa que regula EUROSUR establece que los Estados miembros y FRONTEX deberán respetar los derechos fundamentales y el principio de no devolución de las personas refugiadas e inmigrantes. Se dará, además, prioridad a los y las menores no acompañadas y a las personas en necesidad de asistencia médica urgente.

El uso de drones –aviones no tripulados-, inicialmente contemplado en el proyecto, ha sido por el momento descartado al no estar autorizados en el espacio civil aéreo europeo.
18 países europeos, entre ellos el Estado español, forman parte de este sistema. A partir del 1 de diciembre de 2014, se sumarán nuevos países.

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EUROSUR se presenta como una herramienta que debería evitar tragedias ocurridas en el Mediterráneo como la de Lampedusa, en la que más de 400 personas murieron a las puertas de Europa, o la acaecida en marzo de 2011, cuando 62 personas refugiadas procedentes de Libia murieron tras permanecer a la deriva en el mar durante dos semanas. Sus llamadas de socorro fueron ignoradas por los barcos de la OTAN.
Sin embargo, desde la creación del FRONTEX, y paralelamente al incremento de su dotación presupuestaria, han aumentado las muertes y desapariciones en el Mediterráneo. No se trata de una herramienta de salvamento marítimo, sino de un instrumento represivo cuya misión es impedir la llegada de personas refugiadas e inmigrantes. Los medios a su disposición no aseguran la protección de las personas en el mar; protección que, no obstante, está garantizada en convenios internacionales. Hay pruebas de la existencia de numerosos casos de desasistencia a personas en peligro, y la opacidad es absoluta en lo que respecta al trato que se dispensa a las personas interceptadas, especialmente en lo que se refiere a la posibilidad de ejercer de manera efectiva su derecho de asilo.
 

Bibliografía

  • Eldiario.es (2013): Europa lanza un nuevo sistema de vigilancia para evitar la inmigración irregular, en Desalambre, eldiario.es, de 2 de diciembre de 2013.

  • CEAR (2013): Carta a los jefes de Estado y presidentes del Gobierno ante el Consejo Europeo de los días 24 y 25 de octubre de 2013. Comisión Española de Ayuda al Refugiado.