Frontera Sur

||

Durante la última década, las televisiones nos han presentado cayucos atestados de personas y ‘masivos asaltos’ a la valla. Estas imágenes, presentadas, como dice Santiago Alba Rico, con “el máximo sentimentalismo y la máxima indiferencia”, van siempre acompañadas de discursos políticos que claman por la necesidad de introducir medidas que disminuyan la ‘presión migratoria’ en la Frontera Sur, cuando no se habla sencillamente de ‘invasión’.
En octubre de 2013, Jorge Fernández Díez, Ministro de Interior, reintrodujo las cuchillas en la valla de Melilla. Las conocidas como ‘concertinas’ son una vuelta atrás en las políticas de control migratorio. En 2005, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero incorporó las cuchillas como respuesta a la ‘presión migratoria’ sobre Ceuta y Melilla. Las denuncias de ONG españolas e internacionales por los profundos cortes que provocaban en las personas inmigrantes lograron su retirada en 2007.  
El pasado 6 de febrero de 2014 quince personas murieron en la Playa de El Tarajal cuando intentaban acceder a nado a la costa ceutí. Los disparos de material antidisturbios por parte de la Guardia Civil a las personas que se encontraban en el agua desencadenaron la tragedia. Durante días, el Ministro del Interior Jorge Fernández Díez, el director de la Guardia Civil Arsenio Fernández de Mesa y el Delegado del Gobierno en Ceuta Francisco Antonio González mintieron a la ciudadanía y negaron los disparos de pelotas de goma al mar. Gracias a las imágenes grabadas por testigos y a las declaraciones de otros compañeros que sobrevivieron a la tragedia, se ha conocido la verdad.
Siguiendo la argumentación de las autoras del libro ¿Qué hacemos con las fronteras?, “lo que se muestra –y lo que no se muestra- de la frontera no es casual ni arbitrario”. “La construcción simbólica de un potencial peligro que viene del sur ha ejercido como potente medio de legitimación de la política africana de España. Una porción de esta es política migratoria”. Otra, bajo el pretexto de la lucha contra la inmigración clandestina, es política inversionista. El conocido como Plan África es uno de sus mayores exponentes.
La externalización y militarización de la Frontera Sur está impidiendo la llegada de personas refugiadas e inmigrantes al estado español, a Europa. Miles de personas mueren o desaparecen. Reconstruir las trayectorias íntegras de las personas refugiadas es también recuperar la historia de sus desaparecidos, en origen y en tránsito.
 

Bibliografía

  • VV.AA. (2013): ¿Qué hacemos para conectar la crítica a la movilidad en el capitalismo con la lucha contra las políticas migratorias y las fronteras? AKAL, Madrid.

  • Defensor del Pueblo (2013): Informe anual a las Cortes Generales.