Campo de refugiados

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Asentamiento organizado de personas que han huido de su país, de su región o lugar de origen a causa de conflictos armados, intereses económicos en los territorios de origen, violencia generalizada o contra un sector de la población. Su objeto es servir de espacio de protección durante un periodo de tiempo determinado, sin embargo, algunos de ellos se han convertido en asentamientos permanentes y existen desde hace décadas, teniendo esta circunstancia importantes implicaciones para los derechos humanos de las personas que se ven forzadas a vivir en ellos.

En muchas ocasiones se levantan para acoger a personas desplazadas en el interior de su propio país, por lo que, aunque se hable de campos de ‘refugiados’ se ha de tener presente que esta situación afecta también a quienes han sufrido un desplazamiento interno.

El grado de autonomía, la densidad, el tamaño y la estructura de los campos varían enormemente de un contexto a otro. El término ‘campo de refugiados’ es utilizado tanto para denominar a pequeños asentamientos abiertos, donde la movilidad es libre y las personas mantienen un alto grado de autonomía, como a aquellos cerrados donde se agrupa un gran número de personas, que no pueden salir de los mismos y la subsistencia depende totalmente de la acción exterior.

Existen a su vez posturas muy divergentes respecto a su conveniencia como respuesta a la situación de las personas refugiadas y desplazadas. Desde quienes están a su favor se argumenta, entre otras cuestiones, que son inevitables y que tienen ventajas prácticas para la gestión de la ayuda y la labor humanitaria. Desde posturas críticas se destacan que: forman parte de una política de asentamientos basada en los intereses de los agentes donantes y las organizaciones humanitarias, y no tanto en las vulnerabilidades y capacidades de las personas refugiadas; suponen una forma de contención política para evitar abordar las causas de los desplazamientos forzados; y tienen efectos personales, sociales, culturales, económicos, sanitarios y medioambientales negativos.

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La investigadora Irantzu Mendia resalta que “en su intervención, las diferentes agencias humanitarias internacionales y ONG tienen en general a soslayar las consideraciones políticas sobre la conveniencia o no de los campos de refugiados como solución temporal a su situación, para centrar la atención en cuestiones más técnicas”.
 

Bibliografía

  • Mendia, I. (2000): ‘Campo de Refugiados’, en Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo. Instituto Hegoa, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea.