Soluciones duraderas

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El ACNUR propone tres vías para la normalización de las personas refugiadas: la integración local en el país de acogida, la repatriación voluntaria a su país de origen y el reasentamiento en un tercer país. El objetivo último de las soluciones duraderas sería, según este organismo, que la persona ya no necesite protección internacional y deje de ser refugiada.

Sólo podría considerarse que una persona ya no necesita protección internacional como refugiada cuando: se ha integrado en el país de acogida o en el de reasentamiento y ha obtenido la nacionalidad o una situación jurídica que le permite acceder a los plenos derechos y ser tratada como ciudadana de dicho Estado (contando con la protección que el país brinda a sus nacionales); o cuando ha sido repatriada a su país de origen de manera voluntaria, una vez desaparecidos los motivos que la obligaron a huir, en condiciones de seguridad y de dignidad. Los Estados de acogida tienen la obligación de no devolver a las personas refugiadas a un país donde su vida, libertad, integridad física y psicológica, corran peligro, y de reconocer las normas de trato mínimo establecidas por los instrumentos internacionales en la materia.

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El desarrollo adecuado de estas soluciones depende de la voluntad de los Estados, quienes, en muchas ocasiones, priorizan los intereses económicos nacionales o de grupos de poder frente a la protección de los derechos humanos.
 

Bibliografía

  • ACNUR: Glosario de términos claves relativos a la protección internacional de los refugiados.

  • Etxeberria, X. (1997): Ética de la diferencia: En el marco de la Antropología social en Serie Ética, vol. 5. Universidad de Deusto, Bilbao.